Se pelean en TV y Banfield siempre en segundo plano
Sigue sonando fuerte Banfield en los medios al igual que en los últimos meses de 2016. Pero hay diferencias, varias en cuanto al tema. Antes era haber bajado al puntero, al escolta y los 5 triunfos al hilo; hoy se pueden encontrar declaraciones cruzadas entre Walter Erviti y Eduardo Spinosa, acusándose sobre la situación que realmente terminó con el jugador fuera del club.
Como si se tratara de una película de ciencia ficción, tal como el presidente catalogó en su momento las partidas de Erviti y Silva, el desenlace fue trágico con un máximo perjudicado: el club y sus hinchas. Mientras se gastan energías en ver quién miente más o menos, quien acomoda la verdad más favorable para sí mismo, los hinchas debaten en redes sociales sobre ídolos, sueldos y opiniones que nada pueden cambiar porque en las decisiones nunca están incluidos.
Banfield es tapa de nuevo porque los dirigentes y jugadores se creen más que componentes de una institución que los trasciende. Nunca hay autocrítica y se repiten los cruces, las peleas. Nunca se puede ver reflejada la unión cuando los intereses personales salen a flote y la idiosincrasia no se puede disfrazar con entrevistas televisivas. Hoy tenemos estos y parece que habrá que acostumbrarse, pero los recuerdos y la memoria deberá ser implacable al momento de decisiones. Al club lo ponen en un segundo plano y se sacan los ojos por ser más papistas que el Papa. Lamentable.